ESCALA DE ENFERMERIA , CAMBIOS POSTURALES Y ASPECTOS LEGALES Y COMPLICACIONES DE UPP.

 






MODULO 3


ESCALAS DE ENFERMERIA 

Mantener la cama limpia, seca, sin arrugas y libre de humedad. Utilizar almohadas y cojines de espuma para reducir la superficie de contacto entre las prominencias óseas y las superficies de contacto. Evitar ejercer presión sobre las prominencias óseas.



ESCALA DE  BRADEN

 

1 PUNTO

2 PUNTOS

3 PUNTOS

4 PUNTOS

PERSEPCION SENSORIAL

COMPLETAMENTE LIMITADA

MUY LIMITADA

LIGERAMEN-TE LIMITADA

SIN LIMITACION

EXPOSICION A LA HUMEDAD

SIEMPRE HUMEDA

A MENUDO HUMEDA

OCASIONAL-MENTE

HUMEDA

RARAMENTE HUMEDA

ACTIVIDAD FISICA DEAMBULA-CION

ENCAMADO

EN SILLA

 

DEAMBULA OCASIÓN-ALMENTE

DEAMBULA FRECUEN-TEMENTE

MOVILIDAD CAMBIOS POSTURALES

INMOVIL

MUY LIMITADA

LEVEMEN-TE LIMITADA

SIN LIMITACION

NUTRICION

MUY POBRE

PROVABLE-MENTE INADECUADA

ADECUA-DA

EXELENTE

CIZALLAMIENTO Y ROCE

RIESGO MAXIMO

RIESGO POTENCIAL

SIN RIESGO APARENTE

 


ESCALA DE BRADEN :
Evalúa el riesgo de desarrollar úlceras por presión en base a la sensibilidad y humedad de la piel, la fricción del cuerpo con las sábanas, la movilidad, actividad y nutrición del paciente.
Así, se valoran dichos parámetros, calculando la suma de los puntos obtenidos, de forma que, en función del total, catalogaremos el riesgo en función de la siguiente clasificación:

– Riesgo Bajo: 15 puntos o más

– Riesgo Moderado o Intermedio: 13 o 14 puntos

– Riesgo Alto o Elevado: menos de 12 puntos


La utilidad fundamental de esta escala de úlceras por presión es la prevención de su aparición. Además, es útil también para mejorar sus cuidados, actuando no solo de forma local sobre la piel, sino también modicando los factores de riesgo que han conducido a esta situación.


Una úlcera por presión es una zona de la piel dañada de forma crónica por la confluencia de dos factores: presión sobre la zona y escaso riego sanguíneo (ya sea por dicha presión o por problemas asociados). Tanto por su elevada incidencia (sobre todo en las edades avanzadas) como por su tórpida evolución (algunas tardan años en resolverse y en algunos casos ocasionan otros problemas de gravedad, como sepsis, amputación o fallecimiento, en casos extremos).

Son especialmente frecuentes en pacientes con patología asociada, edad avanzada o inmovilidad prolongada o permanente. De ahí la importancia de los cambios posturales, los cuidados de la piel y el tratamiento de la patología concomitante


entre otra opción esta la escala de Norton:

Escala de Norton

Condición física

Buena
Regular
Pobre
Muy mala

4
3
2
1

Estado mental

Orientado
Apático
Confuso
Inconsciente

4
3
2
1

Actividad

Deambula
Deambula con ayuda
Cama / silla
Encamado

4
3
2
1

Movilidad

Total
Disminuida
Muy limitada
Inmóvil

4
3
2
1

Incontinencia

Control
Ocasional
Urinaria o Fecal
Urinaria y Fecal

4
3
2
1




Se deberán realizar según sea la puntuación obtenida.

EstadioSignos
IAparece Eritema (enrojecimiento), lesión a nivel de Epidermis y Dermis
IIAparecen Ampollas y Edemas, lesión a nivel de la Hipodermis
IIIAparece la Escara debido a la necrosis. Color amarillento/azulado/negruzco. Afecta al Músculo
IVExtensión de la Necrosis, aparecen Infecciones y Secreciones. Afecta al Hueso.

Prevención cuidados de la piel: Mantener siempre la piel limpia y seca. Durante la higiene, en el secado de la misma poner especial atención entre los dedos y los pliegues cutáneos.

Control de la humedad: El exceso de humedad debido a la incontinencia urinaria o fecal es muy perjudicial: utilizar sondas vesicales, colectores de orina, pañales absorbentes u otros dispositivos.

Control de la presión: Realizar movilizaciones cambios posturales periódicos. Uso de superficies de apoyo acordes al riesgo y estado del paciente: colchones de silicona, colchones viscoelásticos, colchones de aire de presión alterna, etc. Higiene de la piel, masajes, hidratación, cambios posturales cada 2/3 horas, eliminar puntos de presión mediante almohadas u otros dispositivos y una nutrición rica en proteínas y vitaminas. Para curar la úlcera:

  1. Desbridar: Eliminación del tejido necrótico
  2. Limpieza: Mediante chorro de suero.
  3. Antibiótico tópico: Aplicación de antibiótico de amplio espectro, para prevenir infecciones si no las hubiese, en el caso de que la infección permanezca, hacer cultivo y administrar el antibiótico específico (por indicación médica).
  4. Medicamentos y parches: Que ayudan a aislar y cicatrizar más rápido. (por indicación médica)




CAMBIOS POSTURALES




Los cambios posturales en la prevención de las úlceras por presión



Las altas presiones sobre prominencias óseas durante un corto período de tiempo, y las bajas presiones sobre prominencias óseas durante un largo período de tiempo resultan igualmente dañinas. Para reducir el riesgo del individuo a desarrollar úlceras por presión, es importante reducir el tiempo y la cantidad de presión a los que está expuesto. 



1. Deberían considerarse importantes los cambios posturales de los pacientes con riesgo de padecer úlceras por presión.

 1.1. Los cambios posturales deberían llevarse a cabo para reducir la duración y la magnitud de la presión sobre las zonas vulnerables del cuerpo. 
 
Las altas presiones sobre prominencias óseas durante un corto período de tiempo, y las bajas presiones sobre prominencias óseas durante un largo período de tiempo resultan igualmente dañinas. Para reducir el riesgo del individuo a desarrollar úlceras por presión, es importante reducir el tiempo y la cantidad de presión a los que está expuesto.


 1.2. El cambio de postura del paciente como estrategia de prevención debe tener en cuenta el estado del paciente y la superficie de apoyo que se esté utilizando. Frecuencia de cambios posturales 

2. La frecuencia de cambios posturales dependerá del individuo y de la superficie de apoyo que se esté utilizando 

2.1. La frecuencia de cambios posturales vendrá determinada por la tolerancia del tejido del individuo, su grado de actividad y movilidad, su estado de salud general, los objetivos globales del tratamiento y una evaluación del estado de la piel del individuo. 

 2.2. Evaluar la piel del individuo y su comodidad general. Si el individuo no está respondiendo como se esperaba al régimen de cambios posturales, hay que reconsiderar la frecuencia y el método empleados. 

2.3. La frecuencia de cambios posturales se verá influida por la superficie de apoyo utilizada Debería cambiársele la postura a un individuo con una frecuencia mayor sobre un colchón que no redistribuya la presión que sobre los colchones de espuma visco-elástica. La frecuencia de cambios posturales depende de las características de redistribución de la presión de la superficie de apoyo.


 3. Los cambios posturales mantendrán la comodidad del individuo, así como su dignidad y capacidad funcional. 

3.1. Cambiar de postura al individuo de manera que se alivie o se redistribuya la presión. 

 3.2. Evitar exponer la piel a fuerzas de presión y cizalla.

 3.3. Utilizar aparatos auxiliares para desplazar a los pacientes y reducir así la fricción y la cizalla. Elevar, no arrastrar al individuo cuando se le esté recolocando.

3.4. Evitar colocar al individuo directamente sobre dispositivos médicos como tubos o sistemas de drenaje. 

3.5. Evitar colocar al individuo sobre prominencias óseas que ya presenten eritemas no blanqueantes 


3.6. Los cambios posturales deberían llevarse a cabo utilizando la posición semi Fowler de 30 grados o la posición tumbado y la posición tumbado de lado con una inclinación de 30 grados (alternando el estar tumbado del lado derecho, de espaldas y del lado izquierdo) si el individuo puede tolerar esta posición y sus condiciones médicas lo permiten. Evitar las posturas que incrementen la presión, como la de Fowler de más de 30 grados o la posición tumbado de lado de 90 grados, o la posición semirecostado.

 3.7. Si es necesario que el paciente se siente en la cama, evitar la elevación de la cabecera de la cama y una posición de hombros caídos que provoque presión y cizalla en el sacro y el coxis. 

 Cambios posturales del individuo sentado


 4. Colocar al individuo de modo que pueda realizar todas las actividades que pueda. Puede resultar un proceso complejo, por ejemplo, en un sillón reclinatorio, el empleo de un reposapiés con los talones descansados puede ser una posición adecuada en lo referente a la redistribución de la presión pero puede impedir el traslado del paciente al sillón y desde el mismo.


 4.1. Seleccionar una postura que sea aceptable para el individuo y minimice las presiones y las cizallas ejercidas sobre la piel y los tejidos blandos. 

 4.2. Coloque los pies del individuo sobre un banquito para los pies o un reposapiés cuando los pies no alcancen el suelo.  Cuando los pies no descansan sobre el suelo, el cuerpo se desliza hacia afuera de la silla. La altura del reposapiés debería escogerse para que se flexione la pelvis ligeramente hacia adelante mediante la colocación de los muslos en una posición algo por debajo de la horizontal.

 4.3. Limitar el tiempo que un individuo pasa sentado en una silla sin alivio de la presión. Cuando un individuo está sentado en una silla, el peso del cuerpo causa la mayor exposición a la presión que puede ejercerse sobre las tuberosidades isquiáticas. Ya que el área cargada es relativamente pequeña, la presión será alta, por lo tanto, sin alivio de la presión, se originará una úlcera por presión muy rápidamente. Documentación sobre cambios posturales


 5. Registrar la pauta de cambios posturales, especificando la frecuencia, la posición adoptada y la evaluación del resultado del régimen de recolocación.  Formación sobre cambios posturales


 6. Debería ofrecérseles formación sobre el papel de los cambios posturales en la prevención de las úlceras por presión a todas las personas implicadas en el cuidado de los individuos que corran el riesgo de desarrollar úlceras por presión, incluyendo al propio individuo y a algunos de sus allegados (allí donde sea posible).








Ciclo diario de cambios posturales para evitar úlceras por presión durante las 24 horas del día:

  • Desayuno: sentado/a.
  • Tumbado/a cada 2 horas boca arriba o de lado.
  • Almuerzo: sentado.
  • Caminar siempre que se pueda dentro o fuera de fuera de casa.
  • Tumbado/a 2 h boca arriba o de lado.
  • Comida: sentado/a.
  • Siesta: tumbado/a.
  • Merienda: sentado/a.
  • Caminar siempre que se pueda dentro o fuera de casa.
  • Cena: sentado/a.
  • Tiempo de sueño: tumbado boca arriba y de lado.





MODULO 4

 

ASPECTOS LEGALES EN  LA PRACTICA DE ENFERMERIA

La responsabilidad legal del profesional de enfermería es un tema que cada vez adquiere mayor importancia en la práctica diaria. Esto es fácil de entender si consideramos, por un lado, que la salud es uno de los bienes más preciados en la vida humana. Por otro lado, la sociedad ha adquirido una mayor conciencia sobre sus derechos en materia de prestación de servicios de salud, así como el conocimiento de las diferentes instancias y herramientas jurídicas para hacer valer esos derechos. Esto hace que el riesgo de demandas por mala práctica en el Sector Salud, así como la acción al respecto por parte de las autoridades judiciales, se vean incrementados.

 

Los aspectos legales de la práctica
de enfermería están implícitamente
contemplados en la Constitución
Política de los Estados Unidos
Mexicanos.

ante este panorama, el conocimiento general respecto a la legislación sanitaria en nuestro país, es un asunto relevante dentro de una práctica profesional, personal, colectiva y responsable.
En México, aún no se cuenta con la normatividad jurídica que regule específicamente la práctica de enfermería. Sin embargo, los aspectos legales de este ejercicio están contemplados, de manera implícita, en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, que es el cuerpo normativo de más alto rango, nuestra “Carta Magna” o “Ley de Leyes”. En su artículo 4º, la Constitución establece que: “Toda persona tiene derecho a la protección de la salud”. De este artículo se deriva la Ley General de Salud, que es el ordenamiento jurídico donde se consagra el Derecho a la Salud. Esta ley establece los mecanismos, condiciones, modalidades en que se realizarán y desempeñarán los servicios de salud. Esta ley, como cualquier otra, cuenta con reglamentos para operarla, y en ellos queda incluida la prestación de los servicios de enfermería.
Sin embargo, la práctica de enfermería, en el sentido amplio de la palabra, tiene que ver con todo el resto de las materias legales. Por ejemplo: El aspecto penal, educativo, laboral, administrativo, etc., están regulados en el resto de la legislación aplicable.

Iatrogenia y Mala Práctica

La iatrogenia se refiere al efecto dañino o perjudicial que resulta directa o indirectamente de la actividad diagnóstica o terapéutica del equipo de salud.

Abarca desde los efectos colaterales de los medicamentos, las secuelas de los procedimientos, los daños ocasionados por el uso de tecnología, etc., hasta los errores por acción u omisión de los prestadores de servicios. El profesional de enfermería puede verse involucrado en actos de iatrogenia con pacientes en aspectos físicos o biológicos, psicológicos o de tipo social, y puede hacerlo de manera voluntaria o involuntaria. La mala práctica (o malpraxis) es otra forma en que el profesional de enfermería puede producir iatrogenia, y ésta puede deberse principalmente a tres causas:

  • Por negligencia: Se refiere al descuido, a la omisión o abandono del paciente que le provoque un daño.
  • Por ignorancia: Cuando no se cuenta con los conocimientos necesarios y esperados en un profesional de enfermería para prestar un servicio que ofrezca seguridad a los usuarios.
  • Por impericia: En el caso que nos ocupa, se refiere a la falta de habilidad del profesional de enfermería para aplicar en el paciente los procedimientos necesarios durante su atención y que son atribuibles a su ámbito disciplinar.
  • Delito culposo: Es aquella conducta ilícita y delictiva en la que se ocasiona daño a otra u otras personas, pero en la que no hubo la intención de dañar (puede deberse a negligencia, ignorancia o impericia).
  • Delito doloso: En este caso la conducta ilícita y delictiva tuvo intencionalidad. Esto es, que el daño se ocasionó de manera consciente y voluntaria.
  • Responsabilidad por los hechos propiosCada quién es responsable de su propia conducta.
  • Responsabilidad por hechos ajenos: Se refiere a la responsabilidad de las personas de evitar que otras cometan hechos dañinos. Al respecto, hay dos grupos por los cuales se debe ser responsable: En el primero están los niños y los incapacitados (por ejemplo: Los padres son responsables de los actos de sus hijos).
    En el segundo están los daños causados por empleados y representantes. Tiene que ver con la selección del personal
  • En el segundo están los daños causados por empleados y representantes. Tiene que ver con la selección del personal y con la supervisión técnica o administrativa del mismo, entre otros.
  • Responsabilidad por obra de las cosas: Se considera que si el daño fue causado por cosas u objetos, el dueño de ellos será responsable de las consecuencia





De una mala práctica de enfermería pueden derivarse tanto conductas tipificadas como delictivas, las que a su vez pueden ser de dos tipos:

Responsabilidad Civil

Desde el punto de vista del Derecho (civil y penal), se considera “responsable” a un individuo, cuando de acuerdo al orden jurídico, es susceptible de ser sancionado. La responsabilidad jurídica siempre lleva implícito un “deber”. El deber u obligación legal es una conducta que de acuerdo a la ley, se debe hacer u omitir.

La responsabilidad legal señala quién debe responder ante el cumplimiento o incumplimiento de tal obligación. Por ejemplo, la enfermera (o) tiene el deber de no dañar, y cuando no cumple con ello, comete un acto ilícito, por lo tanto será responsable del daño y deberá pagar por él. Así, la responsabilidad civil es la obligación de indemnizar los daños y perjuicios causados por un hecho ilícito o por un riesgo creado (Bejarano Sánchez).

Causas de Responsabilidad Civil


  • Responsabilidad por los hechos propiosCada quién es responsable de su propia conducta.
  • Responsabilidad por hechos ajenos: Se refiere a la responsabilidad de las personas de evitar que otras cometan hechos dañinos. Al respecto, hay dos grupos por los cuales se debe ser responsable: En el primero están los niños y los incapacitados (por ejemplo: Los padres son responsables de los actos de sus hijos).
    En el segundo están los daños causados por empleados y representantes. Tiene que ver con la selección del personal y con la supervisión técnica o administrativa del mismo, entre otros.
  • En el segundo están los daños causados por empleados y representantes. Tiene que ver con la selección del personal y con la supervisión técnica o administrativa del mismo, entre otros.
  • Responsabilidad por obra de las cosas: Se considera que si el daño fue causado por cosas u objetos, el dueño de ellos será responsable de las consecuencias.





























































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